miércoles, 12 de junio de 2013

Posicionamiento ético en contextos de discriminación y agravios al interior del Colectivo Profesional

 

La Federación Argentina de Profesionales de Servicio Social desde su Comisión de Ética vive con preocupación las situaciones que atraviesan colegas en sus diferentes provincias o países en los diversos ámbitos de intervención; hechas públicas en los últimos tiempos que exigen de parte del colectivo profesional y sus organizaciones tomar posición que comprenda la dialéctica en la relación: acción – discurso; discurso- acción.
Estas situaciones tienen en común, la vulneración de derechos, exclusiones, discriminaciones, contextos que se vinculan al poder que se ejerce sobre otros - otras atravesadas por representaciones sociales construidas sobre un imaginario tergiversado en posturas ideológicas - políticas - epocales; expresadas en el prejuicio desde y hacia colegas, que hacen de los enunciados precedentes, expresiones de violencia.

En el año 2004 la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS), en forma conjunta expresaron, en relación a la: “Ética en el Trabajo Social, Declaración de Principios”
Consideramos significativo a los efectos de este pronunciamiento retomar algunas referencias que a nuestro entender enmarcan cierta preocupación.
Definición de Trabajo Social
“El trabajo social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación de las personas para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su medio ambiente. Los principios de Derechos Humanos y Justicia Social son fundamentales para el trabajo social.”
Principios éticos:
Los Derechos Humanos y Dignidad Humana:
 El trabajo social se basa en el respeto al valor y dignidad inherentes a toda persona, y a los derechos que de ello se desprenden. Los trabajadores sociales deben apoyar y defender la integridad y bienestar físico, psicológico, emocional y espiritual y el bienestar de todas las personas.
Justicia Social:
 Desafiar la discriminación negativa- Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de oponerse a la discriminación negativa por razones de capacidad, edad, cultura, género o sexo, estado civil, estatus socioeconómico, opiniones políticas, color de la piel u otras características físicas, orientación sexual o ideas religiosas.
 Reconocer la diversidad- Los trabajadores sociales deben reconocer y respetar la diversidad étnica y cultural de las sociedades con las que trabajan, teniendo en cuenta las diferencias individuales, familiares, grupales y comunitarias.

¿Por qué re - significarlo desde la Comisión de Ética?
Por entender que la cuestión ética es “un espacio de reafirmación de la libertad, si no hay libertad, no hay ética”.
Desde nuestra práctica profesional tenemos la responsabilidad de defender la dimensión ética que refiera y reafirme la capacidad humana de ser libre, de elegir de modo conciente y fundamentado las alternativas de intervención acorde a los principios rectores de justicia, igualdad, solidaridad y responsabilidad social en compromiso con lo humano, que nos desafía desde el interior de la profesión hacia los sujetos de la intervención. Son estos valores, horizonte y sentido en los proyectos ético político, en tanto construcción colectiva de naturaleza histórica y como tal sujeto a transformación.
Fundamenta nuestra postura lo expresado en distintos artículos de Códigos de Ética y disciplina de nuestro país como así también de países limítrofes.

¿Qué decimos cuando referimos a proyecto construido colectivamente?
Cada uno de nosotros participamos desde nuestras vidas, nuestras historias, ideologías y diversidad de nuestras prácticas en los diferentes lugares que ocupamos, de construcciones comunes que nos posicionan frente a la realidad para darle significado a nuestras intervenciones. Se constituye así en una instancia organizativa donde se elabora una identidad y se organizan prácticas a través de las cuales pretendemos defender nuestros intereses y expresar nuestras voluntades configurando tensiones que se legitiman en la lucha por sostener, defender y recuperar democráticamente los derechos humanos, desde una ética ciudadana activa, en lo individual y social .

¿Qué cuestiones entran en juego cuando al interior de la profesión se vivencian situaciones que excluyen, fragmentan o afectan nuestra dignidad?
Entran en juego cuestiones vinculadas con el poder sobre el otro y la descalificación social, esto genera entre otras cosas violencia y desestabilización entre el “deber ser” que orienta los principios éticos de los diferentes Códigos y la puesta en practica de los mismos que da cuenta del “por que” debo actuar.
Estas cuestiones que hacen ruido al interior del colectivo profesional se basan en la concepción del poder como dominio del otro, en la instalación de los valores neoliberales que aun atraviesan nuestra subjetividad impregnando conductas y por ende culturas mercantilistas: competitividad, individualismo, que obstaculizan el dialogo, la solidaridad, la cooperación, el encuentro humano y el miedo a lo diferente atravesando las organizaciones y la formación del Trabajador Social.




¿Cuál es el desafío?
Uno de los desafíos es construir empoderamiento para el ejercicio de las practicas democráticas de la profesión, donde el disenso sea tenido por riquezas en contra posición con la anomia, apostando a construir cotidianidad desde la dimensión trabajo que nos permita crecer como ciudadanos en derechos y obligaciones para así dar a nuestras intervenciones significaciones que permitan la dignidad de todos y todas.
Este desafío es apostar a la apertura desde una dimensión ética, lo que supone una apuesta que incluye la resistencia contra los métodos, las técnicas, los supuestos, ya sabidos e incorporados y los prejuicios que estigmatizan al otro.
La dimensión ética permite la subjetivación de quienes están implicados y posibilita se produzcan en la intervención en una producción cooperativa.
Realizar una tarea cooperativa, comprende unir fuerzas dentro de los contextos de incertidumbre en los cuales nos desarrollamos.
Desde los colectivos profesionales debemos orientar la forma de pensar y actuar planteando espacios de diálogo entre un conjunto de valores éticos y epistémicos y un modelo de acción, generando espacios de discusión e intercambio “habilitando caminos hacia la pluralidad de voces”.
El respeto de los derechos humanos en nuestro accionar cotidiano, en el ejercicio de la profesión debe replicarse al interior de la misma con nuestros pares para lograr en principio ser coherentes y construir colectivamente.

Bibliografía consultada:
• Código de Ética. Colegio Profesional de Asistente Sociales de la Provincia de Santa Fe 1ª Circunscripción. Año 2009
• Código de Ética de Uruguay (ADASU)
• Mario Heller. La moda de la ética, la dimensión ético política y el trabajo social. Revista Regional de trabajo Social Nª 42. Montevideo. Editorial EPPAL. Año 2008
• María Lucia Martinelli. Reflexiones sobre el Trabajo Social y el Proyecto ético-político profesional. Revista Escenario Nª 13. Editorial Espacio. Julio 2008
• Norma Foscolo y otros. Desafío éticos del Trabajo Social latinoamericano. Cap. 8 “Derechos Humanos”. Editorial Espacio. Año 2006

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