Lic. Jenni Suárez
INTRODUCCIÓN
Esta
ampliamente demostrado que la malnutrición es el resultado de la interacción de
múltiples factores, entre los cuales, sin duda, ejercen influencia los de origen socioeconómico y ambiental,
sin embargo no se puede desconocer la
importancia de los psicológicos y educativos que usualmente no son considerados
en la implementación de estrategias orientadas al abordaje de la malnutrición.
Desde
esta perspectiva, la experiencia internacional muestra una clara correlación
entre altos niveles de participación y mayor eficiencia en programas de salud,
educación, vivienda, mejora de barrios, etc,, afirmando que, cuando las
comunidades participan, hay una buena
identificación de prioridades, de que además al sentir que el proyecto es suyo
se movilizan en ellas energías latentes de gran fuerza y la participación ayuda
a desplegar capacidades para la autosustetación del proyecto a mediano y largo
plazo (1).
En
América Látina, según la opinión de Klisberg (2) así como hay una alta
conciencia de que se debe encarar la deteriorada situación social; que los agudos déficits existentes en materia
nutricional, de salud, de educación, de instalaciones sanitarias, agua potable,
vivienda y otras áreas vitales en términos de la calidad de vida del
capital humano de una región, con la
mitad de la población en pobreza, requieren respuestas activas.
Plantea
además, que es imprescindible mejorar la confianza y la asociatividad,
desarrollar la conciencia cívica, que no es otra cosa que hacer crecer el
capital social. Urge por lo tanto pasar a la acción, concertando esfuerzos para
enfrentar la pobreza y la inseguridad, con una inversión social sostenida,
proyectada a potenciar a la gente que es el principal recurso y el fin último
de toda sociedad democrática.
En
este sentido los programas, tanto del sector público como privado, deben
empeñarse en hacer que los grupos de población más necesitados participen en identificar acciones
prioritarias; contribuir a desarrollar
su capacidad para participar en las decisiones, planificación y ejecución de
proyectos de desarrollo.
En
este orden de ideas el objetivo de esta presentación es presentar una
experiencia de participación comunitaria en salud nutricional, promovida por
una institución privada, ubicada en la parroquia Antímano de Caracas y desde el
enfoque de desarrollo social sustentable.
CARACTERÍSTICAS
GENERALES DE LA PARROQUIA ANTÍMANO:
La parroquia Antímano es una zona
peri-urbana ubicada al centro Oeste de la ciudad de Caracas, que posee características ambientales
complejas, por ser una parroquia heterogénea, conformada por
23 zonas que por su características internas (vías de penetración, construcción
, recursos institucionales y comerciales) se
definen como homogénea o
heterogénea en función de la similitud o diferencia entre los sectores que la
conforman.
Con respecto a la estructura poblacional, esta parroquia tiene una
población de 145.000 habitantes, según
estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE), (tercera en tamaño en
el Distrito) 34% menores de 15 años
y 13% de 0 a 6 años (1).
En
Cuánto a las
características
ambientales 76% de las viviendas son casas autoconstruidas, ubicadas en
terrenos pendientes, algunos bastantes inestables,
lo que origina que en época de lluvia,
ocurran derrumbes, ocasionando anualmente gran cantidad de familias
damnificadas. En relación a los servicios
públicos el acueducto surte el 88% de las viviendas, aunque con una
calidad muy deficiente, en algunos
sectores puede escasear hasta 3 meses, el sistema de cloacas presenta serios
deterioros y el servicio eléctrico cubre 88% de las viviendas, la mayoría por
toma ilegal (3).
METODOLOGÍA DE
TRABAJO
Se inicia
en 1994 con el grupo de 10 Animadoras
Comunitarias de Salud (ACS) y una supervisora que constituyen la Unidad de
Acción Comunitaria , adscrita a la Coordinación Social de CANIA, con
experiencia en el trabajo comunitario y una formación profesional de Animador
Comunitario de Salud en el Centro de
Aprendizaje Comunitario CECODAP, con
aval de la Universidad Simón Rodríguez y recibió entrenamiento específico en
materia nutricional por CANIA.
Estratégias de abordaje comunitario
Abordaje inicial, comprende
las actividades realizadas por ACS
para responder a los objetivos de la institución a sus inicios:
v Sectorización: que permitió conocer los limites, espacios
,sectores que conforman la parroquia Antímano así como sus recursos e
instituciones; producto de ello la
parroquia Antímano para el CANIA, queda
conformada en 23 zonas y actualmente
existe un documento que sistematiza dicha información y se ha
convertido en fuente importante de consulta para las organizaciones de la
Parroquia.
v Tamizaje comunitario:
orientado a identificarla la población objetivo, mediante el tamizaje
nutricional comunitario. Las ACS en
grupos de dos, visitaban casas por casa para identificar los niños, niñas y
adolescentes menores de 15 años en situación de malnutrición, aplicando medidas
antropométricas básicas como lo es la circunferencia de brazo izquierdo (CBI) y
referirlos al Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (CANIA). Se tamizaron 10.481 siendo referidos 3.539 lo
que representa un riesgo de prevalencia de malnutrición de 34%.
El tamizaje también se
realizó en instituciones educativas, de salud y
otras organizaciones, de esta manera se comienza a fortalecer la
integración institución – comunidad.
Es de hacer notar que dentro
de las herramientas de trabajo comunitario se
la promoción de CANIA, como institución de prestación de servicios, en
el área nutricional se utilizó la observación participante, las entrevistas de campo, diario de campo.
En este primer abordaje se obtuvieron los siguientes resultados:
• Delimitación geográfica e inventario de instituciones y recursos de la parroquia.
•
Caracterización de la realidad local a intervenir.
•
Determinación de prevalecía de
riesgo de malnutrición en comunidad
•
Una población
informada sobre los servicios de CANIA.
•
Un equipo de
Animadoras Comunitarias Salud , reconocidas en la parroquia
Para la
segunda etapa, se contaba con una información de nuestros usuarios, la realidad
existente y la del entorno de cada una de las zonas, así como la desinformación
en el área nutricional, el no reconocimiento de la problemática nutricional, la
red de instituciones existentes, actores claves no involucrados en el problema
nutricional, todo esto y las constantes evaluaciones nos lleva a un proceso de
reflexión interno, como equipo interdisciplinario, donde crecemos y nos
fortalecemos internamente y con una población sensibilizada ante la labor de
CANIA, toda esta información en nuestras manos y con la asesoría de expertos
nacionales e internacionales, nos llevó a la implementación del programa de
Nutrición Comunitaria.
EVALUACIÓN DE LA ARTICULACIÓN INSTITUCIÓN - COMUNIDAD
Contando con los
resultados del abordaje inicial y el registro de información de pacientes
atendidos en la institución en términos de riesgo pediátrico, físico y
psicológico de malnutrición.
El propósito de la segunda parte del abordaje es prevenir la malnutrición en niños, niñas,
adolescentes y mujeres embarazadas de
la parroquia Antímano, con la participación activa de la comunidad a través de
un programa de Nutrición Comunitaria, que contemplando diversas
estrategias dirigida a los actores claves de la comunidad .
-
Promoción
de la organización y participación vecinal
-
Formación
de Promotores Comunitarios de Salud
- Evaluación y educación nutricional en
escuelas.
- Evaluación y educación
nutricional en preescolares y multihogares.
- Orientación a las embarazadas y madres en
período de lactancia.
-
Capacitación
y sensibilización del personal de salud de los ambulatorios.
Para efectos de esta
presentación hacemos énfasis en las dos primeras:
La Promoción de la organización y Participación
vecinal, tiene como objetivo informar
como sensibilizar y capacitar a los vecinos, promoviendo su
participación en acciones vinculadas a
la superación de la problemática nutricional
para producir cambios profundos y permanentes en las comunidades. Con
esta estrategia se pretende informar y sensibilizar a los vecinos en relación a
la importancia de involucrarse en la generación de soluciones a la problemática
que como comunidad comparten, así como identificar líderes vecinales y
potenciales, para formarse como Promotores Comunitarios de Salud (PCS).
Toda
la parroquia Antímano fue abordada estratégicamente en grupos de 3 zonas a la
vez por año, para llevar a cabo este proceso.
En
este sentido se realizan las siguientes
actividades:
1. Determinación
de niveles de organización y participación existentes en la zona
utilizando metodología de Carlos A.
Agudelo (4).
2. Identificación
de personas dispuestas a participar en actividades vecinales
3. Identificación de necesidades sentidas,
establecimiento de prioridades y planificación de acciones para promover la
organización y participación vecinal.
4. Contacto con instituciones involucradas en la solución
de la problemática y servir de enlace entre la comunidad y dichas instituciones
a través de Alianzas Productivas
5. Acercamiento
entre vecinos que luchan por un mismo objetivo
6. Apoyo
a vecinos en la conformación de organizaciones formales
7 Evaluación de cambios de niveles de participación, a
los dos años de su intervención
Resultados:
Hasta el
momento se ha cubierto el 95% de la parroquia Antímano, 15 zonas
intervenidas con resultados de línea base, al iniciar el proceso y cambios de
niveles de participación a los dos años;
7 zonas en proceso de invervención con resultados de línea base inicial
y resultados de promoción de la organización y participación vecinal a 8 meses
de su intervención; 1 zona en proceso de
promoción de la organización y participación vecinal alrededor de 3.500
personas movilizadas.
A manera de ejemplo se encuentra una comparación de
zonas antes de ser intervenida y luego de haberle realizado las actividades de
promoción y participación vecinal a los 2 años de ser intervenida.
EL
PROGRESO
Niveles de participación al iniciar la línea
base (enero 2002)
|
Cambios en los niveles de participación a dos años
de intervención (agosto 2004)
|
Tres organizaciones, con funcionamiento inestable y
escasa iniciativa.
Comunidad en colectivo que participa activamente.
No hay comités de salud, ni promotores comunitairos
de salud.
|
Veintinueve organizaciones internas con
funcionamiento estable.
Alianza con dos organizaciones externas para gestión
de proyectos.
Comunidad en colectivo con alto nivel de
participación: quinientas personas
movilizadas.
Dieciséis promotores comunitarios de salud formados
y participando en proyectos.
Presencia de comités de salud del programa Barrio
Adentro.
|
LA
PEDRERA
Niveles de participación al iniciar la línea
base (enero 2001)
|
Cambios en los niveles de participación a dos años
de intervención (agosto 2003)
|
Tres organizaciones, con funcionamiento inestable y
escasa iniciativa.
Comunidad en colectivo que participa activamente.
No hay comités de salud, ni promotores comunitarios
de salud.
|
Veintinueve organizaciones internas con
funcionamiento estable.
Alianza con dos organizaciones externas para gestión
de proyectos.
Comunidad en colectivo con alto nivel de
participación: quinientas personas
movilizadas.
Dieciséis promotores comunitarios de salud formados
y participando en proyectos.
Presencia de comités de salud del programa Bario
Adentro.
|
El
trabajo comunitario es un reto, que
abarca desde la participación comunitaria y el trabajo en equipo, hasta la
consolidación de los proyectos elaborados.
Sin
embargo, en todo trabajo comunitario se
tiene dificultades y aprendizajes:
DIFICULTADES
• Situación socio-política
•
Desconfianza de miembros de la comunidad hacia
las instituciones y entre ellos mismos.
•
Instituciones con dificultades para establecer
compromiso a través de alianzas.
•
Inseguridad
personal
•
Bajos niveles de asociatividad y compromiso
colectivo.
APRENDIZAJES
·
Hay
que partir del conocimiento de la realidad local
·
Las
acciones deben ajustarse a la realidad que se va presentando
·
Los
resultados no suelen darse a corto plazo
y hasta pueden no obtenerse en algunas localidades (resultado efecto modelaje)
El
trabajo institucional comprometido y transparente genera confianza en la
institución y por ende cambios sociales
·
No
desestimar la capacidad de las personas
·
La
comunidad responde, cuando es orientada adecuadamente y acompañada en el
proceso.
·
La
confianza generada como institución, favorece el establecimiento de alianzas
productivas con otras instituciones y la comunidad.
·
El
trabajo comunitario requiere de constancia.
Para finalizar, a manera de reflexión como habitante
de la comunidad de Antímano , como miembro del equipo de ACS desde sus inicios
y actualmente como supervisora ,les puedo decir que el trabajo comunitario en
estos 12 años ,ha sido satisfactorio ,para cada una de las personas, que
trabajamos en la Unidad de Acción Comunitaria.
Tenemos muchos recuerdos, anécdotas y alianzas con instituciones y
personas que viven en las comunidades abordadas. También hemos visto ,como la
comunidad va obteniendo fuerza y representatividad ,para exigir y hacer valer
sus derechos, en pequeños grupos, que a
veces parecieran insignificantes ,van promoviendo salud ,nutrición , protección
jurídico-social, recreación etc. Esta acción es producto del aprendizajes en
talleres, charlas o reuniones informales, familias completas, pueden compartir
sus conocimientos, experiencias y también sus necesidades.
Quisiera cerrar con este aprendizaje desde la
institución:
“El trabajo comunitario es un reto que abarca no sólo
la participación comunitaria, sino que requiere del trabajo en equipo y de la
sensibilización del personal de la institución que la promueve. Así como también de la Coordinación
Institucional e intersectorial (1).
Consultas
bibliográficas
1- Integración Comunidad – Institución para la
participación comunitaria. Caracas: Centro de Atención Nutricional Infantil
Antímano (CANIA9; 2007. 77
2- Kliksberg B.
Hacia una economía con rostro humano.
Maracaibo (Venezuela):
Universidad del Zulia,, Fondo de cultura económica: 2003.175 p.
3-
Mota A. Aproximación diagnóstica de la parroquia Antímano. Bol Nutr Infant CANIA:
1999(3): 14-9
4- Agudelo C. Participación Comunitaria de Salud: conceptos y criterios de valoración. Bol Oficina Sanit Panam 1983; 95 (3): 205-15.
No hay comentarios:
Publicar un comentario