martes, 20 de agosto de 2013

INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN EL CAMPO DE LA SALUD.


INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN EL CAMPO DE LA SALUD.

Una Experiencia desde las Prácticas Profesionales.

                                                   

MgSc. Fátima Castellanos*

MgSc. Osiris Morales**

 

 

Resumen

El presente articulo, constituye una reflexión sobre la experiencia profesional y académica de la intervención sistémica en el campo de la salud realizada en los periodos comprendidos desde septiembre 2006 a noviembre 2007; se sustenta de principios teóricos – metodológicos del enfoque sistémico y su respectivo abordaje en familias usuarias de los servicios prestados por  los ambulatorios del Municipio Maracaibo IV pertenecientes al Sistema Regional de Salud, cuya área de influencia son las comunidades de las parroquias Manuel Dagnino, Cristo de Aranza y Luis Hurtado Higuera, las cuales fueron atendidos por los estudiantes de las practicas profesionales socio-terapéuticas de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad del Zulia. Es así como a través de esta experiencia de formación académica, se les proporciona a los  participantes nuevas herramientas y estrategias  diagnosticas y de intervención aportadas por los modelos de terapia familiar sistémica como lo son (genograma, ciclo vital, entrevista circular, visitas domiciliarias entre otros). En cuanto a los  logros obtenidos se pueden destacar la realización de 34 casos de estudio familiar,  a través de ellos se caracterizo a la familia y su contextos; lo que genero diversos  proyectos de intervención que permitió la vinculación  y el desenvolvimiento con éxito de los estudiante en las instancias gubernamentales considerando las políticas sociales emanadas por el gobierno nacional y regional. Así mismo, a nivel metodológico y operativo el proceso de involucramiento interinstitucional se realizo sobre una matriz operativa y de transversalidad de enfoque para la promoción de la calidad de vida y salud, utilizando las siguientes estrategias: los diagnósticos de necesidades, el ciclo de vida, promoción de calidad de vida y salud, la transectorialidad, aspectos considerados en el Plan Estratégico Social, emprendido por el Ministerio de Salud en el periodo 2001 – 2007.

Palabras claves: intervención sistémica, prácticas profesionales, área salud

 

 

*Lcda. En Trabajo Social. MgSc. En Orientación. Profesora de Practica Profesionales en las áreas  Socioterapéutica y Espacios Comunitarios y Proyectos Sociales. Facilitadora y Asesora del Entrenamiento En Terapia Familiar Sistémica. Escuela de Trabajo Social. Universidad del Zulia. Telf.: (0416) 5651264. Email: faticastella@hotmail.com

**Lcda. En Trabajo Social MgSc. En Intervención Social. Profesora de Practica Profesionales en las áreas Socioterapéutica y Espacios Comunitarios y Proyectos Sociales. Coordinadora Académica y Facilitadora del Entrenamiento En Terapia Familiar Sistémica. Escuela de Trabajo Social. Universidad del Zulia. Telf.: (0416) 6602525 Email: osimoro@yahoo.com

 

 

El tema que se presenta, muestra el recuento de una labor que se realiza cada día, no se trata de elaborar una tarea cumplida  y acabada, sino de hacer un paréntesis para la deflexión, para la critica, para la construcción de nuevas realidades que muestran la aplicación de conocimientos en ámbitos concretos como lo es en el campo de acción profesional y el académico que se ilustran a través de acciones que se ejecutan vinculando la intervención sistémica en el área de la salud integral donde el trabajador social debe asumir como objetivo básico de su actividad la atención individual familiar y comunitaria con un enfoque de prevención y promoción de la salud.

La concepción sistémica de la institución familiar se plantea como un sistema social abierto, en constante interacción con el medio natural, cultural y social en el que cada uno de sus integrantes interactúa como un subsistema donde existen factores biológicos, psicológicos y sociales que tienen relevancia en la determinación del estado de salud o enfermedad (Quintero,1997)

Al abordar el estudio sistémico de la familia, es conveniente analizar los elementos y los subsistemas que lo conforman, la homeostasis familiar, normas y reglas de comportamiento, límites, fronteras y los sistemas de comunicación entre sus miembros. Este nuevo enfoque obliga a entender a la familia como un todo, como una unidad, de manera que el comportamiento de sus miembros refleja las características del grupo y no los de cada individuo. (Rodríguez y Col, 2007).

Las funciones y actividades de los Trabajadores Sociales en el campo de la salud, giran esencialmente alrededor de las características de la comunidad atendida y tienen su base en un conocimiento profundo de ellas; es por ello, que estructura socioeconómica, la cultura, los equipamientos y los servicios, la estructura urbanística y de las viviendas y las instituciones y asociaciones son, entre otros, los elementos marco que definirán sus actuaciones comunitarias.

             El Trabajo Social ha de ser capaz de identificar y definir las demandas y necesidades de la población y de promover las actuaciones precisas para el tratamiento de los problemas y las emergencias sociales en los niveles individual, familiar y comunitario. Así como también, debe asumir como objetivos básicos de su actividad la atención individual, integral y la comunitaria con un enfoque de prevención y promoción de la salud sobre una matriz operativa y de transversalidad de enfoques para la promoción de la calidad de vida y salud.

           En el  campo de la salud, trabajar  con familias supone un cambio estratégico, ya que en la práctica trasladar la acción tradicional individual al  del conjunto de personas que conforman la familia requiere de una formación adecuada para saber en qué momento se debe realizar el tránsito de una atención individual a la familiar; así mismo, requiere de la capacitación del profesional que le permita detectar problemas psicosociales, utilizando para ello instrumentos necesarios para evaluar la función familiar, elaborar hipótesis y pone en marcha sistemas de intervención más convenientes para proporcionar el cambio del sistema familiar.

           Sin embargo, la intervención sistémica en el área salud,  ve limitada su acción por cuanto los escenarios donde laboran los profesionales son contextos denominados “contextos no clínicos” (Rodríguez y Col, 2007), por cuanto los mismos se encuentran ubicados en Instituciones de Servicios Públicos (Ambulatorios u Hospitales no especializados) donde numerosos pacientes son atendidos por múltiples demandas en un corto espacio de tiempo.

           Otra limitación es que algunos profesionales del campo de la salud, no han comprendido el importante papel que tiene la familia en el proceso de salud – enfermedad de sus miembros, algunos argumentan que muchos enfoques familiares forman parte de su práctica diaria, realizando aproximaciones a la familia cuando el caso así lo requiera, lo que sugiere es que “detrás del paciente identificado subyace un problema psicosocial en el que está implicada la familia” (Tomson. 1997);  por ejemplo, pacientes que suelen acudir a consulta con molestias poco precisas y sin importancia de carácter repetitivo se sospecha alguna alteración de la dinámica familiar, problemas de salud mental (ansiedad,depresión,fobias), pacientes con problemas crónicos en el incumplimiento de la prescripción(diabetes, hipertensión arterial) problemas de adicción a las drogas, alcohol, crisis familiares (paciente terminal, fallecimiento del padre, cónyuge, hijo, embarazo no deseado, intento de suicidio.

Estas aproximaciones son validas, pero entonces seria conveniente diferenciar el trabajo con familia de la terapia familiar y en el campo de la salud la terapia familiar entraría a formar parte de los niveles segundarios o terciarios de atención en el caso del trabajador social solo esta formado para orientar, prevenir y educar lo que implicaría como se menciono anteriormente la necesidad de capacitar, entrenar clínica y teóricamente al equipo multidisciplinario.

          Ahora bien, que podemos hacer los profesionales desde nuestros espacios de intervención, sea este de acción profesional o académico: tener un papel protagónico en cuanto a la formulación y ejecución de políticas sociales referidas a familias como un todo, como una unidad, redimensionar el que hacer profesional introduciendo nuevos elementos relacionados con la visión sistémica, desarrollar investigaciones en cuanto a familia se refiere, sistematizar experiencias profesionales para construir conocimientos teóricos practico, promover diferentes estrategias relevantes, en contexto con el área de familia, comunidad y salud.

            En la actualidad a través de las practicas profesionales se les proporciona a los estudiantes nuevas herramientas relacionadas con el enfoque sistémico que le permitan vincularse y desenvolverse con éxito en la instancia gubernamentales considerando las políticas sociales emanadas por el gobierno nacional y regional. A tal efecto, a nivel metodológico y operativo el proceso de involucramiento interinstitucional se realiza sobre una matriz operativa y de transversalidad de enfoque para la promoción de la calidad de vida y salud, utilizando las siguientes estrategias de intervención: los diagnósticos de necesidades, el ciclo de vida, promoción de calidad de vida y salud, la transectorialidad.

a.       Los diagnósticos de necesidades que apuntan hacia el reconocimiento, identificación, estudio, caracterización de las situaciones y problemas de las personas, las familias y las comunidades y espacios sociales; a través de diversas fuentes de información como visitas familiares, entrevistas, historia de vida, red de redes familiares y comunitaria; todo con el fin de conocer la información que subyace no sólo en la sintomatología orgánica o psíquica de los sujetos concernidos y sus espacios sociales; sino que estos diagnósticos permitan definir y establecer desde lo cultural, étnico, axiológico, psicosocial, sociolaboral, socioeducativo, económico, religioso, comunicacional e histórico, toda la epísteme que demarca, se reserva y transmite su mundo de vida y cotidianidad

b.      Estos diagnósticos se apoyan en los paradigmas y modelos teóricos que enriquecen el           estudio de la familia y especialmente de las investigaciones de la familia venezolana; a tal   efecto, se hace énfasis en diversos enfoques, entre ellos: el enfoque histórico          antropológico que permite conocer los desarrollos históricos, describir las características           culturales de organización de la familia; el enfoque socio psicológico, por cuanto ayuda a     reconocer las dinámicas relacionales y funcionales de la vida familiar, la orientación        sistémica ya que facilita el estudio de la estructura y los factores de intervención, así como           reforzar las debilidades estructurales que puedan existir en los sistemas familiares.

 

c.       El ciclo de vida, otra de las estrategias de intervención que se vincula con el enfoque sistémico evolutivo de las relaciones familiares y que ha permitido abordar las dimensiones en cuanto a la estructura y funcionamiento de los sistemas familiares, este enfoque rompe con la racionalidad de los modelos tradicionales de intervención con personas y familias donde la atención y responsabilidad de la enfermedad se le circunscribía al paciente identificado, distanciándolo de su sistema familiar y desconociendo los condicionantes del contexto social. “El enfoque de ciclo de vida permite ver no sólo el daño inmediato que una condición de vida puede producir en el momento concreto, sino el impacto que la misma tendrá sobre la vida en toda su extensión para cada ser humano, incorporando todos aquellos elementos materiales, sociales, culturales, biológicos, anímicos y psicológicos que sobre determinan sus condiciones de vida y salud” (M.S.D.S., 2002).

d.      Promoción de calidad de vida y salud, esta estrategia se realiza a través de acciones educativas, en consonancia con lo que establece el Programa de Educación Permanente en Salud y Desarrollo Social “dirigida a combatir todas las causas y determinantes que comprometan, obstaculicen o prorroguen pérdida de la autonomía o de potencialidad” (M.S.D.S., 2002), entendiendo por autonomía la capacidad de realizar, decidir y materializar proyectos de vida para garantizar a toda la población el ejercicio equitativo de los derechos sociales fundamentales. La intervención del Trabajador Social desde esta estrategia orienta acciones que se desarrollan a través de sesiones educativas sobre tópicos que no se sustentan de textos sino de los aspectos que aparecen como relevantes en el involucramiento, la inserción y el diagnóstico, de las situaciones más evidentes y frecuentes del mundo de vida y cotidianidad”, esto permite integrar las acciones educativas y las terapéuticas, interrelacionando al individuo – familia – comunidad, utilizando técnicas específicas que permitan explorar sentimientos, experiencias, reforzar comportamientos, etc., ampliando así el mundo interno del individuo y la familia (Quintero, 1997).

e.       La transectorialidad, implica conocer a las diferentes instituciones y organizaciones públicas, privadas, trabajadores y trabajadoras y comunidades cuya actuación tenga incidencia en los determinantes de la calidad de vida y la salud de la población, reuniendo todo aquello que fortalezca a la justicia social y creando espacios de diálogo y concertación necesarios en todas las instancias pertinentes (Ministerio de Salud y Desarrollo Social, 2002).

            Desde nuestra experiencia de prácticas profesionales esta estrategia forma parte de nuestros principios rectores, en tanto que siempre partimos del hecho de establecer alianzas estratégicas, encuentros y contactos con todos los actores que estén dentro y fuera de los contextos sociales que estén bajo nuestro acompañamiento; de esta manera, se articulan acciones educativas, preventivas, restitutivas, rehabilitadotas o protectoras que fortalecen la capacidad de respuesta en función de las necesidades reales, subjetivas y sentidas de los sujetos concernidos.

 

Hallazgos y logros del proceso de la intervención

En esta experiencia de Prácticas, los estudiantes se vincularon a procesos de invivencia e implicancia con los mundos de vida, estilos de convivencia, códigos comunicacionales y existenciales de los grupos humanos concernidos; estos procesos,  permitieron reconocer códigos específicos de convivencia en los espacios familiares comunitarios en relación con los hábitos alimentarios, dietas alimentarias, su forma de distribución.  En este sentido, se observó en la mayoría de las familias atendidas que quienes proveen los recursos de manutención del hogar  reciben status de proveedores teniendo mayores jerarquizaciones,  beneficios en poder y autoridad en la dinámica familiar.

También se pudo caracterizar aspectos sobre el clima familiar, tipos de patologías más frecuentes; de tal forma, se observó el rechazo de los familiares a los pacientes identificados dentro de los sistemas familiares, evidenciándose  el desapego afectivo, hostilidad y violencia existente entre hermanos; hacinamiento y promiscuidad;  triángulos perversos entre los padres o imágenes de autoridad con los hijos que proveen la economía del hogar.

De igual forma, se pudo conocer que en las familias, así como en los contextos sociales donde se insertaron los estudiantes de Trabajo Social, carecen de normas de socialización, adaptación y, en otros casos, se observan indefinición de normas de funcionamiento al interior de estas familias; los códigos de valor con relación' a procesos homeostáticos o de equilibrio familiar son difusos, no convencionales, no favorecen la seguridad y la protección a los más jóvenes o más ancianos. Se infiere, que existe una ascendencia importante de los valores culturales idiosincrásicos donde, por ejemplo, los hombres son vistos como proveedores, las mujeres deben cumplir con las labores domésticas, en casos llega a suceder que esto último es obligante y se debe cumplir aun cuando sea impuesto a través de la violencia, no sólo relacionado con las tareas domésticas sino también con la actividad sexual. Se corrobora la tesis de Alejandro Moreno ( sobre algunas características de estas familias, tales como: se observa que son matricentradas, con hombres periféricos y hermanos ligados afectivamente por el vínculo materno, con quien establecen vínculos externos de dependencia afectiva, económica y sociocultural, refiriéndonos en este último aspecto a que los hermanos hijos de una madre comparten sus tradiciones, costumbres, sus códigos de valores, patrones conductuales y la memoria e historia de la familia de la madre fundamentalmente; también se evidenciaron relaciones maritales intermitentes de parte del hombre de turno sin responsabilidad, ni compromiso familiar, relaciones establecidas a través de vínculos factuales.

Por otro lado, los informes sociales, realizados a través de crónicas, entrevistas, sondeos, diarios de campo, las visitas domiciliarias a estas familias el área económica  se ve afectada por el nivel educativo el cual se caracteriza por estar en el primaria incompleta; según informaciones de los mismos, por lo que los problemas identificados se asocian mas a los tipos “instrumentales” asociados a bajo ingreso económico y a la necesidad de insertarse al medio laboral, en el cual se registró un alto porcentaje de personas que están en edades económicamente activas y se encuentran desempleadas, sin ingresos estables, sin oficios definidos, ejerciendo en muchos casos las tradicionales "marañas", o "mata tigre", que son trabajos a destajo y con una remuneración por debajo de lo establecido como sueldo mínimo.

En este mismo orden de ideas, según los resultados arrojados por los informes sociales, se evidenció que las comunidades donde habitan este tipo de familias presentan los típicos problemas de los barrios pobres de las grandes ciudades: viviendas pequeñas, sin el suficiente espacio para albergar familias comúnmente numerosas, calles estrechas, problemas de higiene ambiental, deficiente sistema de recolección de basuras, sin servicios públicos, incompletos y deficiente funcionamiento, calles de acceso sin pavimentar, ausencia de entornos necesarios para el esparcimiento y recreación y en algunos casos ubicación geográfica desfavorable, pues en las proximidades existen cañadas con aguas contaminadas, aumentando así los factores de riesgo que se definen como "rasgos, características o ciertas condiciones biológica: psicológicas y sociales que se asocian con un incremento en la susceptibilidad para desarrollar determinadas enfermedades" (Bahsas, 1999).

A través de los relatos de las familias entrevistadas, se reflejo  los cambios estructurales que ha experimentado la familia venezolana; en el cual las familias nucleares se han convertido en familias extendidas, donde se aprecian estilos diferente de vida familiar, parejas unidas por vínculo factual, familias constituidas con un solo padre, donde la madre es el eje central, ejerciendo varios role y su atención es demandada por todos (Moreno, 1993). Las familias mantienen un estilo de vida inestable, donde el nivel de participación social se establece en redes pequeñas.

En relación con el sistema de valores y metas, estas familias está orientadas hacia el logro de trabajo debido a la necesidad de sobrevivencia por lo que se infirió corresponden a la configuración de una cultura propi de una clase socioeconómica baja. El control y la administración de las familias son ejercidos a través de premios y castigos, el estilo de control es en su mayoría desequilibrado punitivo y represivo.

Con respecto a los procesos de interacción y de comunicación, se observa deficiencia en la fluidez, transmisión y recepción de ambigüedad de roles, desacato de normas que afectan la dinámica familiar, cuestión esta que los miembros reconocen a través de sus relatos. Podemos inferir que existen múltiples factores que generan conflictos, entre los que s destacan: la falta de recursos económicos, problemas de espacio de convivencia con muchas personas, ambigüedad en el establecimiento d normas de funcionamiento, violencia doméstica, distribución del poder problemas de comunicación y en las relaciones interpersonales.

Finalmente, el proceso de intervención genero la realización de Diagnósticos institucionales y Proyectos  de intervención realizados por los estudiantes de Prácticas Profesionales en los ambulatorios del área programática IV: Corito l, San Pedro, Sabaneta  y Los Pinos; así como, la realización de 34 estudios de casos familiares de los usuarios de estos servicios de salud.

 

Consideraciones finales

Estas experiencias de prácticas profesionales nos obligan preguntamos: ¿Se garantiza la atención a la salud y se propician cambios?  Esta ambigüedad nos obliga, si no a diferenciar, sí a entender función del trabajador social y los objetivos que se establecen desde campo profesional al cual pertenece, los del campo de los sujetos social en el cual interviene, los del campo institucional donde se articulan estas experiencias y el marco de referencia conceptual "formado por préstamos de diferentes disciplinas... y el marco teórico propio que contenga especificidad del Trabajo Social" (Parola, 1997).

De tal manera, que nos atrevemos a plantear que los aportes de es experiencia de prácticas profesionales no se reducen a la producción (conocimiento de Trabajo Social, ni a los criterios rectores que puedan surge en la formación profesional, sino que van más allá, como la transfiguración ideológica, praxeológica y metodológica de la que podamos dar cuenta las instituciones políticas y de asistencia municipales y locales y que partir de esas interacciones con el mundo de vida y la cotidianidad de estos contextos sociales, se resignifiquen las acciones, los planes y programas ( calidad de vida y salud y que, a la vez, se puedan fortalecer los compromisos de los profesionales, en este caso de los trabajadores sociales para que multirrelacionen respuestas en cuanto a la identidad,  economía,  política,  instituciones y la cultura propia de estos sectores sociales con desigualdades en las posibilidades de acceso y disposición de los recurso.

 

Referencias bibliográficas

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BAHSAS (1999). Instrumentos en el Ejercicio de Medicina de Familia. Universidad de los Andes. Consejo de Publicaciones. Mérida, Venezuela. Pág. 23.

CLAUDE (1991). La Investigación en Trabajo Social como Arte de Conocer. Revista CONTEXTOS No. 4. Enero-Julio. 20. ESTRADA SAAVEDRA, Marco (1995). Participación política y actores colectivos. Editorial Plaza y Valdez. 2da. Edición, México.

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Ministerio de Salud y Desarrollo Social y col. (2002). Programa de Educación Permanente en Salud y Desarrollo Social. El Desarrollo de un Pensamiento Estratégico en las Políticas Públicas por la Calidad de Vida y la Salud. Módulo 1. Caracas, Venezuela. Págs. 21, 39, 41-42, 45, 47, 101,106.

MORENO (1995). La Familia Popular Venezolana. Centro de Investigaciones Populares (CIP). Ira. Ed. Caracas, Venezuela.

PAROLA (1997). Aportes al Saber Específico del Trabajo Social. Espacio Edición. Argentina. Pág. 19.

PLATONE (1983). Consideraciones Acerca del Estudio de la Familia des Marco Conceptual de la Teoría de Sistemas. Boletín AVEPSO, volumen VI, Caracas, Venezuela. Págs.15, 17, 19.

ROZAS (1998). Una Perspectiva Teórica Metodológica de la Intervención Trabajo Social. Editorial Espacio. Argentina. Págs. 25, 41, 59,84.

 

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