INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN EL CAMPO DE LA SALUD.
Una Experiencia desde las Prácticas
Profesionales.
MgSc. Fátima Castellanos*
MgSc. Osiris Morales**
Resumen
El presente articulo,
constituye una reflexión sobre la experiencia profesional y académica de la
intervención sistémica en el campo de la salud realizada en los periodos
comprendidos desde septiembre 2006 a noviembre 2007; se sustenta de principios teóricos
– metodológicos del enfoque sistémico y su respectivo abordaje en familias
usuarias de los servicios prestados por los ambulatorios del Municipio Maracaibo IV
pertenecientes al Sistema Regional de Salud, cuya área de influencia son las
comunidades de las parroquias Manuel Dagnino, Cristo de Aranza y Luis Hurtado
Higuera, las cuales fueron atendidos por los estudiantes de las practicas
profesionales socio-terapéuticas de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad del Zulia. Es así como a
través de esta experiencia de formación académica, se les proporciona a los participantes nuevas herramientas y estrategias diagnosticas y de intervención aportadas por
los modelos de terapia familiar sistémica como lo son (genograma, ciclo vital,
entrevista circular, visitas domiciliarias entre otros). En cuanto a los logros obtenidos se pueden destacar la
realización de 34 casos de estudio familiar, a través de ellos se caracterizo a la familia
y su contextos; lo que genero diversos proyectos de intervención que permitió la
vinculación y el desenvolvimiento con
éxito de los estudiante en las instancias gubernamentales considerando las
políticas sociales emanadas por el gobierno nacional y regional. Así mismo, a
nivel metodológico y operativo el proceso de involucramiento interinstitucional
se realizo sobre una matriz operativa y de transversalidad de enfoque para la
promoción de la calidad de vida y salud, utilizando las siguientes estrategias:
los diagnósticos de necesidades, el ciclo de vida, promoción de calidad de vida
y salud, la transectorialidad, aspectos considerados en el Plan Estratégico
Social, emprendido por el Ministerio de Salud en el periodo 2001 – 2007.
Palabras
claves: intervención sistémica, prácticas profesionales, área salud
*Lcda. En Trabajo Social. MgSc.
En Orientación. Profesora de Practica Profesionales en las áreas Socioterapéutica y Espacios Comunitarios y
Proyectos Sociales. Facilitadora y Asesora del Entrenamiento En Terapia
Familiar Sistémica. Escuela de Trabajo Social. Universidad del Zulia. Telf.:
(0416) 5651264. Email: faticastella@hotmail.com
**Lcda. En Trabajo Social MgSc.
En Intervención Social. Profesora de Practica Profesionales en las áreas
Socioterapéutica y Espacios Comunitarios y Proyectos Sociales. Coordinadora
Académica y Facilitadora del Entrenamiento En Terapia Familiar Sistémica.
Escuela de Trabajo Social. Universidad del Zulia. Telf.: (0416) 6602525 Email:
osimoro@yahoo.com
El tema que se presenta, muestra el
recuento de una labor que se realiza cada día, no se trata de elaborar una
tarea cumplida y acabada, sino de hacer
un paréntesis para la deflexión, para la critica, para la construcción de
nuevas realidades que muestran la aplicación de conocimientos en ámbitos
concretos como lo es en el campo de acción profesional y el académico que se
ilustran a través de acciones que se ejecutan vinculando la intervención
sistémica en el área de la salud integral donde el trabajador social debe
asumir como objetivo básico de su actividad la atención individual familiar y
comunitaria con un enfoque de prevención y promoción de la salud.
La concepción sistémica de la
institución familiar se plantea como un sistema social abierto, en constante
interacción con el medio natural, cultural y social en el que cada uno de sus
integrantes interactúa como un subsistema donde existen factores biológicos,
psicológicos y sociales que tienen relevancia en la determinación del estado de
salud o enfermedad (Quintero,1997)
Al abordar el estudio sistémico de
la familia, es conveniente analizar los elementos y los subsistemas que lo
conforman, la homeostasis familiar, normas y reglas de comportamiento, límites,
fronteras y los sistemas de comunicación entre sus miembros. Este nuevo enfoque
obliga a entender a la familia como un todo, como una unidad, de manera que el
comportamiento de sus miembros refleja las características del grupo y no los
de cada individuo. (Rodríguez y Col, 2007).
Las funciones y actividades de los
Trabajadores Sociales en el campo de la salud, giran esencialmente alrededor de
las características de la comunidad atendida y tienen su base en un conocimiento
profundo de ellas; es por ello, que estructura socioeconómica, la cultura, los
equipamientos y los servicios, la estructura urbanística y de las viviendas y
las instituciones y asociaciones son, entre otros, los elementos marco que
definirán sus actuaciones comunitarias.
El Trabajo Social ha de ser capaz de
identificar y definir las demandas y necesidades de la población y de promover
las actuaciones precisas para el tratamiento de los problemas y las emergencias
sociales en los niveles individual, familiar y comunitario. Así como también,
debe asumir como objetivos básicos de su actividad la atención individual,
integral y la comunitaria con un enfoque de prevención y promoción de la salud
sobre una matriz operativa y de transversalidad de enfoques para la promoción
de la calidad de vida y salud.
En el campo de la salud, trabajar con familias supone un cambio estratégico, ya
que en la práctica trasladar la acción tradicional individual al del conjunto de personas que conforman la
familia requiere de una formación adecuada para saber en qué momento se debe
realizar el tránsito de una atención individual a la familiar; así mismo,
requiere de la capacitación del profesional que le permita detectar problemas psicosociales,
utilizando para ello instrumentos necesarios para evaluar la función familiar,
elaborar hipótesis y pone en marcha sistemas de intervención más convenientes
para proporcionar el cambio del sistema familiar.
Sin embargo, la intervención
sistémica en el área salud, ve limitada
su acción por cuanto los escenarios donde laboran los profesionales son
contextos denominados “contextos no clínicos” (Rodríguez y Col, 2007), por
cuanto los mismos se encuentran ubicados en Instituciones de Servicios Públicos
(Ambulatorios u Hospitales no especializados) donde numerosos pacientes son
atendidos por múltiples demandas en un corto espacio de tiempo.
Otra limitación es que algunos
profesionales del campo de la salud, no han comprendido el importante papel que
tiene la familia en el proceso de salud – enfermedad de sus miembros, algunos
argumentan que muchos enfoques familiares forman parte de su práctica diaria,
realizando aproximaciones a la familia cuando el caso así lo requiera, lo que
sugiere es que “detrás del paciente identificado subyace un problema
psicosocial en el que está implicada la familia” (Tomson. 1997); por ejemplo, pacientes que suelen acudir a
consulta con molestias poco precisas y sin importancia de carácter repetitivo
se sospecha alguna alteración de la dinámica familiar, problemas de salud
mental (ansiedad,depresión,fobias), pacientes con problemas crónicos en el incumplimiento
de la prescripción(diabetes, hipertensión arterial) problemas de adicción a las
drogas, alcohol, crisis familiares (paciente terminal, fallecimiento del padre,
cónyuge, hijo, embarazo no deseado, intento de suicidio.
Estas aproximaciones son validas,
pero entonces seria conveniente diferenciar el trabajo con familia de la
terapia familiar y en el campo de la salud la terapia familiar entraría a
formar parte de los niveles segundarios o terciarios de atención en el caso del
trabajador social solo esta formado para orientar, prevenir y educar lo que
implicaría como se menciono anteriormente la necesidad de capacitar, entrenar
clínica y teóricamente al equipo multidisciplinario.
Ahora bien, que podemos hacer los
profesionales desde nuestros espacios de intervención, sea este de acción
profesional o académico: tener un papel protagónico en cuanto a la formulación
y ejecución de políticas sociales referidas a familias como un todo, como una
unidad, redimensionar el que hacer profesional introduciendo nuevos elementos
relacionados con la visión sistémica, desarrollar investigaciones en cuanto a
familia se refiere, sistematizar experiencias profesionales para construir
conocimientos teóricos practico, promover diferentes estrategias relevantes, en
contexto con el área de familia, comunidad y salud.
En la actualidad a través de
las practicas profesionales se les proporciona a los estudiantes nuevas
herramientas relacionadas con el enfoque sistémico que le permitan vincularse y
desenvolverse con éxito en la instancia gubernamentales considerando las
políticas sociales emanadas por el gobierno nacional y regional. A tal efecto,
a nivel metodológico y operativo el proceso de involucramiento
interinstitucional se realiza sobre una matriz operativa y de transversalidad
de enfoque para la promoción de la calidad de vida y salud, utilizando las siguientes
estrategias de intervención: los diagnósticos de necesidades, el ciclo de vida,
promoción de calidad de vida y salud, la transectorialidad.
a. Los diagnósticos de necesidades que
apuntan hacia el reconocimiento, identificación, estudio, caracterización de
las situaciones y problemas de las personas, las familias y las comunidades y
espacios sociales; a través de diversas fuentes de información como visitas
familiares, entrevistas, historia de vida, red de redes familiares y
comunitaria; todo con el fin de conocer la información que subyace no sólo en
la sintomatología orgánica o psíquica de los sujetos concernidos y sus espacios
sociales; sino que estos diagnósticos permitan definir y establecer desde lo
cultural, étnico, axiológico, psicosocial, sociolaboral, socioeducativo,
económico, religioso, comunicacional e histórico, toda la epísteme que demarca,
se reserva y transmite su mundo de vida y cotidianidad
b. Estos diagnósticos se apoyan en los
paradigmas y modelos teóricos que enriquecen el estudio de la familia y especialmente de las
investigaciones de la familia venezolana; a tal efecto, se hace énfasis en diversos enfoques, entre ellos: el
enfoque histórico antropológico
que permite conocer los desarrollos históricos, describir las características culturales de organización de la
familia; el enfoque socio psicológico, por cuanto ayuda a reconocer las dinámicas relacionales y
funcionales de la vida familiar, la orientación sistémica ya que facilita el estudio de la estructura y los
factores de intervención, así como reforzar
las debilidades estructurales que puedan existir en los sistemas familiares.
c. El ciclo de vida, otra de las
estrategias de intervención que se vincula con el enfoque sistémico evolutivo
de las relaciones familiares y que ha permitido abordar las dimensiones en cuanto
a la estructura y funcionamiento de los sistemas familiares, este enfoque rompe
con la racionalidad de los modelos tradicionales de intervención con personas y
familias donde la atención y responsabilidad de la enfermedad se le
circunscribía al paciente identificado, distanciándolo de su sistema familiar y
desconociendo los condicionantes del contexto social. “El enfoque de ciclo de
vida permite ver no sólo el daño inmediato que una condición de vida puede
producir en el momento concreto, sino el impacto que la misma tendrá sobre la vida
en toda su extensión para cada ser humano, incorporando todos aquellos
elementos materiales, sociales, culturales, biológicos, anímicos y psicológicos
que sobre determinan sus condiciones de vida y salud” (M.S.D.S., 2002).
d. Promoción de calidad de vida y salud,
esta estrategia se realiza a través de acciones educativas, en consonancia con
lo que establece el Programa de Educación Permanente en Salud y Desarrollo
Social “dirigida a combatir todas las causas y determinantes que comprometan,
obstaculicen o prorroguen pérdida de la autonomía o de potencialidad”
(M.S.D.S., 2002), entendiendo por autonomía la capacidad de realizar, decidir y
materializar proyectos de vida para garantizar a toda la población el ejercicio
equitativo de los derechos sociales fundamentales. La intervención del
Trabajador Social desde esta estrategia orienta acciones que se desarrollan a
través de sesiones educativas sobre tópicos que no se sustentan de textos sino
de los aspectos que aparecen como relevantes en el involucramiento, la
inserción y el diagnóstico, de las situaciones más evidentes y frecuentes del
mundo de vida y cotidianidad”, esto permite integrar las acciones educativas y
las terapéuticas, interrelacionando al individuo – familia – comunidad, utilizando
técnicas específicas que permitan explorar sentimientos, experiencias, reforzar
comportamientos, etc., ampliando así el mundo interno del individuo y la familia
(Quintero, 1997).
e. La transectorialidad, implica
conocer a las diferentes instituciones y organizaciones públicas, privadas,
trabajadores y trabajadoras y comunidades cuya actuación tenga incidencia en
los determinantes de la calidad de vida y la salud de la población, reuniendo
todo aquello que fortalezca a la justicia social y creando espacios de diálogo
y concertación necesarios en todas las instancias pertinentes (Ministerio de
Salud y Desarrollo Social, 2002).
Desde
nuestra experiencia de prácticas profesionales esta estrategia forma parte de
nuestros principios rectores, en tanto que siempre partimos del hecho de
establecer alianzas estratégicas, encuentros y contactos con todos los actores
que estén dentro y fuera de los contextos sociales que estén bajo nuestro
acompañamiento; de esta manera, se articulan acciones educativas, preventivas,
restitutivas, rehabilitadotas o protectoras que fortalecen la capacidad de
respuesta en función de las necesidades reales, subjetivas y sentidas de los
sujetos concernidos.
Hallazgos y logros del proceso de la
intervención
En esta experiencia de
Prácticas, los estudiantes se vincularon a procesos de invivencia e implicancia
con los mundos de vida, estilos de convivencia, códigos comunicacionales y
existenciales de los grupos humanos concernidos; estos procesos, permitieron reconocer códigos específicos de
convivencia en los espacios familiares comunitarios en relación con los hábitos
alimentarios, dietas alimentarias, su forma de distribución. En este sentido, se observó en la mayoría de
las familias atendidas que quienes proveen los recursos de manutención del
hogar reciben status de proveedores
teniendo mayores jerarquizaciones,
beneficios en poder y autoridad en la dinámica familiar.
También se pudo caracterizar
aspectos sobre el clima familiar, tipos de patologías más frecuentes; de tal
forma, se observó el rechazo de los familiares a los pacientes identificados
dentro de los sistemas familiares, evidenciándose el desapego afectivo, hostilidad y violencia
existente entre hermanos; hacinamiento y promiscuidad; triángulos perversos entre los padres o
imágenes de autoridad con los hijos que proveen la economía del hogar.
De igual forma, se pudo conocer
que en las familias, así como en los contextos sociales donde se insertaron los
estudiantes de Trabajo Social, carecen de normas de socialización, adaptación
y, en otros casos, se observan indefinición de normas de funcionamiento al
interior de estas familias; los códigos de valor con relación' a procesos
homeostáticos o de equilibrio familiar son difusos, no convencionales, no
favorecen la seguridad y la protección a los más jóvenes o más ancianos. Se
infiere, que existe una ascendencia importante de los valores culturales
idiosincrásicos donde, por ejemplo, los hombres son vistos como proveedores,
las mujeres deben cumplir con las labores domésticas, en casos llega a suceder
que esto último es obligante y se debe cumplir aun cuando sea impuesto a través
de la violencia, no sólo relacionado con las tareas domésticas sino también con
la actividad sexual. Se corrobora la tesis de Alejandro Moreno ( sobre algunas
características de estas familias, tales como: se observa que son
matricentradas, con hombres periféricos y hermanos ligados afectivamente por el
vínculo materno, con quien establecen vínculos externos de dependencia
afectiva, económica y sociocultural, refiriéndonos en este último aspecto a que
los hermanos hijos de una madre comparten sus tradiciones, costumbres, sus
códigos de valores, patrones conductuales y la memoria e historia de la familia
de la madre fundamentalmente; también se evidenciaron relaciones maritales
intermitentes de parte del hombre de turno sin responsabilidad, ni compromiso
familiar, relaciones establecidas a través de vínculos factuales.
Por otro lado, los informes
sociales, realizados a través de crónicas, entrevistas, sondeos, diarios de
campo, las visitas domiciliarias a estas familias el área económica se ve afectada por el nivel educativo el cual
se caracteriza por estar en el primaria incompleta; según informaciones de los
mismos, por lo que los problemas identificados se asocian mas a los tipos
“instrumentales” asociados a bajo ingreso económico y a la necesidad de
insertarse al medio laboral, en el cual se registró un alto porcentaje de
personas que están en edades económicamente activas y se encuentran
desempleadas, sin ingresos estables, sin oficios definidos, ejerciendo en
muchos casos las tradicionales "marañas", o "mata tigre",
que son trabajos a destajo y con una remuneración por debajo de lo establecido
como sueldo mínimo.
En este mismo orden de ideas,
según los resultados arrojados por los informes sociales, se evidenció que las
comunidades donde habitan este tipo de familias presentan los típicos problemas
de los barrios pobres de las grandes ciudades: viviendas pequeñas, sin el
suficiente espacio para albergar familias comúnmente numerosas, calles
estrechas, problemas de higiene ambiental, deficiente sistema de recolección de
basuras, sin servicios públicos, incompletos y deficiente funcionamiento,
calles de acceso sin pavimentar, ausencia de entornos necesarios para el
esparcimiento y recreación y en algunos casos ubicación geográfica
desfavorable, pues en las proximidades existen cañadas con aguas contaminadas,
aumentando así los factores de riesgo que se definen como "rasgos,
características o ciertas condiciones biológica: psicológicas y sociales que se
asocian con un incremento en la susceptibilidad para desarrollar determinadas
enfermedades" (Bahsas, 1999).
A través de los relatos de las
familias entrevistadas, se reflejo los
cambios estructurales que ha experimentado la familia venezolana; en el cual
las familias nucleares se han convertido en familias extendidas, donde se
aprecian estilos diferente de vida familiar, parejas unidas por vínculo
factual, familias constituidas con un solo padre, donde la madre es el eje
central, ejerciendo varios role y su atención es demandada por todos (Moreno,
1993). Las familias mantienen un estilo de vida inestable, donde el nivel de
participación social se establece en redes pequeñas.
En relación con el sistema de
valores y metas, estas familias está orientadas hacia el logro de trabajo
debido a la necesidad de sobrevivencia por lo que se infirió corresponden a la
configuración de una cultura propi de una clase socioeconómica baja. El control
y la administración de las familias son ejercidos a través de premios y
castigos, el estilo de control es en su mayoría desequilibrado punitivo y
represivo.
Con respecto a los procesos de
interacción y de comunicación, se observa deficiencia en la fluidez,
transmisión y recepción de ambigüedad de roles, desacato de normas que afectan
la dinámica familiar, cuestión esta que los miembros reconocen a través de sus
relatos. Podemos inferir que existen múltiples factores que generan conflictos,
entre los que s destacan: la falta de recursos económicos, problemas de espacio
de convivencia con muchas personas, ambigüedad en el establecimiento d normas
de funcionamiento, violencia doméstica, distribución del poder problemas de
comunicación y en las relaciones interpersonales.
Finalmente, el proceso de
intervención genero la realización de Diagnósticos institucionales y Proyectos de intervención realizados por los estudiantes
de Prácticas Profesionales en los ambulatorios del área programática IV: Corito
l, San Pedro, Sabaneta y Los Pinos; así
como, la realización de 34 estudios de casos familiares de los usuarios de
estos servicios de salud.
Consideraciones finales
Estas experiencias de prácticas
profesionales nos obligan preguntamos: ¿Se garantiza la atención a la salud y se
propician cambios? Esta ambigüedad nos
obliga, si no a diferenciar, sí a entender función del trabajador social y los
objetivos que se establecen desde campo profesional al cual pertenece, los del
campo de los sujetos social en el cual interviene, los del campo institucional
donde se articulan estas experiencias y el marco de referencia conceptual
"formado por préstamos de diferentes disciplinas... y el marco teórico
propio que contenga especificidad del Trabajo Social" (Parola, 1997).
De tal manera, que nos atrevemos
a plantear que los aportes de es experiencia de prácticas profesionales no se
reducen a la producción (conocimiento de Trabajo Social, ni a los criterios
rectores que puedan surge en la formación profesional, sino que van más allá,
como la transfiguración ideológica, praxeológica y metodológica de la que
podamos dar cuenta las instituciones políticas y de asistencia municipales y
locales y que partir de esas interacciones con el mundo de vida y la
cotidianidad de estos contextos sociales, se resignifiquen las acciones, los
planes y programas ( calidad de vida y salud y que, a la vez, se puedan
fortalecer los compromisos de los profesionales, en este caso de los
trabajadores sociales para que multirrelacionen respuestas en cuanto a la
identidad, economía, política, instituciones y la cultura propia de estos
sectores sociales con desigualdades en las posibilidades de acceso y
disposición de los recurso.
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